La otra tarde, tras la lluvia, mientras el viento apenas permitía caminar por la playa, me encontré con esta escena y recordé las películas antiguas. No pude evitar llevármela. Será que soy una amante del blanco y negro no solo en la fotografía.
Confieso que tengo cierta debilidad por fotografiar zapatos. Otras veces los he dejado solos en algún escenario y esta vez pensé en añadirles algún complemento. Espero que el resultado os guste.
En ocasiones una mirada, un gesto sencillo, una sonrisa, nos encandila mas que todas las artes de seducción conocidas. Como se suele decir, la belleza está en la sencillez.